Os líquidos íntimos

Os líquidos íntimos

coa miña pel podes facer enxertos nas mazairas.

algunhas conservan estirados os nomes que gravei a navalladas
tódalas tardes ó volver da escola.

acostumada a tirar por un poema como por un becerro cando se lle ven as patas,
cando xa non se está en idade de medrar
toda maduración require un desgarro de tendóns
entón é cando corren polo meu peito rabaños de cabras
que non se dirixen a ningunha parte,
sóbenme ás paredes desde as que te vexo,
arrancan coa lingua o pasto mentres te vas.

o tacto dos teus violíns faime chorar terriblemente.

e case non podo soportar que as túas mans me acariñen
como a la dos xerseis que me facía a miña mai cando era nena.

pero coa miña pel
coa miña pel podes facer enxertos nas mazairas

Fluidos íntimos (traducción no revisada)

con mi piel puedes hacer injertos en los manzanos.

algunos guardan los nombres que grabé con navajas estiradas
todas las tardes después de regresar de la escuela.

acostumbrado a tirar de un poema como un ternero cuando se le ven las patas,
cuando ya no tienes edad para crecer
toda maduración requiere un desgarro de los tendones
Ahí es cuando rebaños de cabras corren por mi pecho
que no van a ninguna parte,
Subo por las paredes desde donde te veo,
arrancan la hierba con la lengua a medida que avanzas.

el toque de tus violines me hace llorar terriblemente.

y apenas puedo soportar tus manos para acariciarme
como la lana de los suéteres que me hacía mi madre cuando era niña.

pero con mi piel
Con mi piel puedes hacer injertos en los manzanos.

Olga Novo (1975, Lugo, España); Nós nus, Ed. Xerais, 1997

Sensación en el labio

Sensación en el labio

Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.

Concha García (1956, Córdoba, España), Ayer y calles, Ed. Visor, 1995, (Ganadora del IV Premio Gil de Biedma )

Yo no quiero ser recuerdo

YO NO QUIERO SER RECUERDO

A la mierda el conformismo:
Yo no quiero ser recuerdo
Quiero ser tu amor imposible,
Tu dolor no correspondido,
Tu musa más puta,
El nombre que escribas en todas las camas
Que no sean la mía,
Quien maldigas en tus insomnios
Quien ames con esa rabia que solo da el odio.

Yo no quiero
Que me digas que mueres por mí,
Quiero hacerte vivir de amor,
Sobre todo cuando llores,
Que es cuando más viva eres.

Yo no quiero
Que tu mundo se dé la vuelta
Cada vez que yo me marche,
Quiero que darte la espalda
Solo signifique libertad
Para tus instintos más primarios.

Yo no quiero
Quitarte las penas y condenarte,
Quiero ser la única
De la que dependa
Tu tristeza
Porque esa sería
La manera más egoísta y valiente
De cuidar de ti.

Yo no quiero hacerte daño,
Quiero llenar
Tu cuerpo de heridas
Para poder lamerte después,
Y que no te cures
Para que no te escueza.

Yo no quiero
Dejar huella en tu vida,
Quiero ser tu camino,
Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte.

Yo no quiero prometerte,
Quiero darte
Sin compromisos ni pactos,
Ponerte en la palma de la mano
El deseo que caiga de tu boca
Sin espera,
Ser tu aquí y ahora.

Yo no quiero
Que me eches de menos,
Quiero que me pienses tanto
Que no sepas lo que es tenerme ausente.

Yo no quiero ser tuya
Ni que tú seas mía,
Quiero que pudiendo ser con cualquiera
Nos resulte más fácil ser con nosotras.

Yo no quiero
Quitarte el frío,
Quiero darte motivos para que cuando lo tengas
Pienses en mi cara
Y se te llene el pelo de flores.

Yo no quiero
Viernes por la noche,
Quiero llenarte la semana entera de domingos
Y que pienses que todos los días
Son fiesta
Y están de oferta para ti.

Yo no quiero
Tener que estar a tu lado
Para no faltarte,
Quiero que cuando creas que no tienes nada
Te dejes caer,
Y notes mis manos en tu espalda
Sujetando los precipicios que te acechen,
Y te pongas de pie sobre los míos
Para bailar de puntillas en el cementerio
Y reírnos juntas de la muerte.

Yo no quiero
Que me necesites,
Quiero que cuentes conmigo
Hasta el infinito
Y que el más allá
Una tu casa y la mía.

Yo no quiero
Hacerte feliz,
Quiero darte mis lágrimas
Cuando quieras llorar
Y hacerlo contigo,
Regalarte un espejo
Cuando pidas un motivo para sonreír,
Adelantarme al estallido de tus carcajadas
Cuando la risa invada tu pecho,
Invadirlo yo
Cuando la pena atore tus ojos.

Yo no quiero
Que no me tengas miedo,
Quiero amar a tus monstruos
Para conseguir que ninguno
Lleve mi nombre.

Yo no quiero
Que sueñes conmigo,
Quiero que me soples
Y me cumplas.

Yo no quiero hacerte el amor,
Quiero deshacerte el desamor.

Yo no quiero ser recuerdo,
Mi amor,
Quiero que me mires
Y adivines el futuro.

Elvira Sastre (1992, Segovia, España), Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo; Ed. Lapsus Calami, 2014

Soneto del amor y de la muerte

Soneto del amor y de la muerte

Yo quisiera morir sólo un momento
 para ver lo que soy en tu memoria,
 conocer tu versión de nuestra historia
 y saber en qué piedra me sustento.

 Solo el paso levísimo de un cuento.
 Tan sólo contemplar la trayectoria
 desde mi muerte a ti. Y qué victoria
 detener tu tormenta. Tu tormento. 

Morirme de verdad nunca podría.
 Si perdiera la voz la robaría:
 con mi piel, con mis puños, con mis huellas

 a gritos me llamaras, te llamara
 y al borde de la muerte te esperara
 para subir contigo a las estrellas.

Julia Uceda (1925, Sevilla, España), En el viento, hacia el mar (1959-2002), Ed. Fundación José Manuel Lara, 2003. Le concedieron el Premio Nacional de Poesía en 2003 por este libro.

En la hora desnuda

En la hora desnuda
sólo eso
un segundo de luz y paraíso
de aquellos que la amaron
sabe los rostros mudos y su temblor de ala
todos
juntos
abran el cofre y vea ella
esos diamantes escondidos
libres
al fin del cepo las palabras
que mansamente caigan esos copos
de nieve
sin red
en un segundo blanco
sobre el regazo de su mirada cobijados
de par en par
las dos puertas abiertas
sólo
un paso
decir adiós así
que el saco no se cierre
sin librarle a la voz de sus cadenas
tacto
y aire
encuentre allí esa voz
sus zapatos perdidos
al fin cerrado el círculo del mundo
en la hora desnuda
sólo
eso
un segundo de luz
y paraíso.

Esperanza Ortega (1953, Palencia, España), Como si fuera una palabra, Ed. Lumen, 2002

Cuando se vaya el amor

Cuando se vaya el Amor,
me haré a la mar, corazón;
que en el hombre hay dos empeños:
despierto, el Mar,
y el Amor, en sueños.


¿Qué hace a la mariposa
buscar siempre otra cosa?


 Arco del pensamiento:
más lejos,
cuanto más tenso.


Como una navaja,
partió al Amor en dos
el filo del alba.


Cuanto te digo «te quiero»,
lo que te quiero decir
es que aún me lo creo.

Isabel Escudero (1944-2017, Badajoz, España); Coser y cantar, Ed. Lucina, 1994

Los abrazos

Los abrazos

Se besan los jóvenes
en el metro y en las calles
y no recuerdo el momento preciso
en que aprendía a dar los besos.
Tenés la mirada más sincera
que he visto en mi vida,
me dijo una vez un camarero,
y yo siempre me pregunto
si de verdad es posible hablar
con las pestañas
o pedir que te quieran para siempre,
soñar que podemos cambiar
lo que ya vivimos.
Lo que yo siempre he querido
han sido las manos de mi madre
cuando estaba enferma y las acercaba
a la frente, me acariciaba el pelo,
me explicaba dónde tenía que ponerme
el termómetro o la crema.
Hacerse mayor no es ya tan divertido
ni es fácil echar tanto de menos.
He aprendido a besar
pero prefiero los abrazos,
prefiero sobre todo los abrazos alegres,
los tristes, los doloridos, los abrazos que
tienen miedo, los abrazos nostálgicos,
los abrazos con saudade, los abrazos que
dicen la verdad.

Sara Herrera Peralta (1980, Cádiz, España); Documentum, Ed. Torremozas, 2014 (Premio Carmen Conde 2014)

Fui mujer en un tiempo

Fui mujer en un tiempo,
y amor me hizo hombre por dentro.
Pidió de mí lo que mujeres no dan,
me dio cuanto las mujeres dieron.

Por ser de amor mi señor
me hice hombre
y fui herido
de amor mi señor,
malservido,
para ser de amor
fui hombre.

Hombre no guarda rencor,
hombre no busca su premio,
hombre no da compasión.

Fun muller un tempo,
E amor fíxome home por dentro.
Pideu de min o que mulleres non dan
Deume todo o que mulleres deron.

Para ser de amor meu señor
Fíxenme home
E fun ferido
De amor meu señor,
Malservido,
Para ser de amor
Fun un home.

Home non garda rencor,
Home non busca o seu premio,
Home non ten compasión.

Luisa Castro (1966, Lugo, España); extraído de 20 años de Poesía. Nuevos textos sagrados (1989-2009), Ed. Tusquets, 2009

Nunca volvemos

Nunca volvemos

Un día nuestra vida se vacía de pronto.
Basta solo un segundo, un golpe inesperado,
un giro argumental forzado del destino.
Y nada vuelve a ser como ha sido hasta entonces.
Un camión de mudanzas aparca ante nosotros.
El óxido y el polvo conquistan nuestra casa.
Los espejos se velan; los muebles envejecen.
Se funden en la nada las cajas del embalaje
que fueron nuestra mesa en la primera noche,
los libros y los discos, las fotos de París…
La ausencia y el silencio se aposentan en ella,
y luego nos exilian, como tristes fantasmas
que ya no se conocen, nadie sabe a qué olvido.
Y ya nunca volvemos de tanto desamparo.

Victoria León (1981, Sevilla, España); Secreta Luz, Ed. Fundación José Manuel Lara, 2019 (Premio Iberoamericano Hermanos Machado)