La casa que abrigó tu corazón
será una ruina. Furtivos
en la noche
la habéis abandonado.
Oscura en el jardín la tierra removida.
Quise
decir traición
y dije llanto
La casa que abrigó tu corazón
será una ruina. Furtivos
en la noche
la habéis abandonado.
Oscura en el jardín la tierra removida.
Quise
decir traición
y dije llanto
Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
Y para qué esta herida
esta abertura umbilical
por donde entra y sale
la claridad del mundo
si no me quedan nombres
ya
de tanta transparencia.
Ada Salas, El lugar de la Derrota, 2003
No habrá reposo para el fatigado
el muerto
el afligido. Para el que respiraba y no sabía
qué era respirar
pero quiso saberlo hasta la asfixia.
No hubo tampoco meta ni destino
Así pues
ya descansa. Mira la tarde y deja que la tarde
haga
lo que tenga que hacer.
Llegar era el camino.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), Lugar de la derrota, Ed. Hiperión, 1997
Las palabras que dije ya no…
Las palabras que dije ya no
me significan. No sabía que a todo
le sucede lo mismo
y que mueren de tiempo
también
las palabras. O seré yo
tal vez. O seremos lo mismo.
Un oscuro temblor donde resuena
lejos
lo vivido.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), Lugar de la derrota, Ed. Hiperión, 2003
La casa que abrigó tu corazón
será una ruina. Furtivos
en la noche
la habéis abandonado.
Oscura en el jardín la tierra removida.
Quise
decir traición
y dije llanto.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), Esto no es el silencio, Ed. Hiperión, 2008
No conozco unos ojos más limpios
que los tuyos. Estás en ellos
y a la vez están
las cosas que tú ves
como las ves: el pájaro
no el vuelo. Y siempre te sorprendes
si te digo
las cosas que se dicen
los que aman. Me miras
y me enseñas
que el cuerpo del amor
-como tus ojos-
no precisa
palabras. Que es
-como tus ojos-
transparente.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), Lugar de la derrota, Ed. Hiperión, 2003
Quema tu lengua.
Bebe la sal que arrase
tu garganta
las hierbas que han crecido
desde el último nombre
y habla. Ahora que no puedes
habla
con un silencio que despierte al mundo.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), Lugar de la derrota, Ed. Hiperión, 2003
Hay libros que se escriben sobre la carne misma
Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), La sed, Ed. Hiperión, 1997
No sabe del dolor la piedra
que golpea. No la estremece el grito
ni acaricia la mano
que la lanza. Obedece a su peso
y al deseo del aire.
Mineral
es mi voz.
Hambriento corazón qué puedo darte.
Ada Salas (1965, Cáceres, España), La sed, Ed. Hiperión, 1997