Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Blanca Varela

A media voz

A media voz

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
está el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego

Blanca Varela (1926- 2009, Perú), Canto villano: Poesía reunida, 1949-1994, Ed. Fondo de cultura económica, 1978

Claroscuro

Claroscuro

yo soy aquella
que vestida de humana
oculta el rabo
entre la seda fría
y riza sobre negros pensamientos
una guedeja
todavía oscura

o no lo soy aquí
sino en el aire nublado del espejo
mirada ajena mil veces ensayada
hasta ser la ceguera

la indiferencia el odio
y el olvido
en la fronda de sombras y de voces
me acosan y rechazan

la que fui
la que soy
la que jamás seré
la de entonces

entronizada entre
entronizada
me contempla la muerte
en ese espejo
y me visto frente a ella

con tan severo lujo
que me duele la carne
que sustento

la carne que sustento y alimenta
al gusano postrero
que buscará en las aguas más profundas
dónde sembrar
la yema de su hielo

como en los viejos cuadros
el mundo se detiene
y termina
donde el marco se pudre

Blanca Varela (1926- 2009, Perú), Canto villano: Poesía reunida, 1949-1994, Ed. Fondo de cultura económica, 1978

Dama de blanco

Dama de blanco

El poema es mi cuerpo
esto la poesía
la carne fatigada
el sueño el sol
atravesando desiertos
los extremos del alma se tocan
y te recuerdo Dickinson
precioso suave fantasma
errando tiempo y distancia
en la boca del otro habitas
caes al aire eres el aire
que golpea con invisible sal
mi frente
los extremos del alma se tocan
se cierran se oye girar la tierra
ese ruido sin luz
arena ciega golpeándonos
así será ojos que fueron boca
que decía manos que se abren
y se cierran vacías
distante en tu ventana
ves al viento pasar
te ves pasar el rostro en llamas
póstuma estrella de verano
y caes hecha pájaro
hecha nieve en la fuente
en la tierra en el olvido
y vuelves con falso nombre de mujer
con tu ropa de invierno
con tu blanca ropa de
invierno
enlutado

Blanca Varela (1926-2009, Perú), El Falso teclado, Editado por La Casa de la Literatura Peruana, 2000

Así sea

Así sea

El día queda atrás,
apenas consumido y ya inútil.
Comienza la gran luz,
todas las puertas ceden ante un hombre
dormido,
el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.
El tiempo,
la gran puerta entreabierta,
el astro que ciega.

No es con los ojos que se ve nacer
esa gota de luz que será,
que fue un día.
Canta abeja, sin prisa,
recorre el laberinto iluminado,
de fiesta.
Respira y canta.
Donde todo se termina abre las alas.
Eres el sol,
el aguijón del alba,
el mar que besa las montañas,
la claridad total,
el sueño.

Blanca Varela (1926- 2009, Perú),  Luz de día, Ediciones La Rama Florida, 1963

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