Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

Gema Palacios

Horizonte por venir

Horizonte por venir

Mira, los árboles están, las casas
que habitamos existen todavía. Solo nosotros pasamos
como un etéreo intercambio por delante de los seres.
Rainer María Rilke

Nadie puede retener tus ojos porque nadie existe verdaderamente.

Ellos caminan hacia ese espacio llamado hogar, donde alguien les espera con la luz encendida.

Avanzan con un fin: no quieren estar solos, no saben, no celebran la soledad del pentagrama, del libro por besar, de las uñas mordidas.

La soledad no es una asignatura que se enseñe en las escuelas; hay que memorizar la lista de las preposiciones.

Solo los niños raros permanecen solos a la hora del recreo mirando desde lejos el columpio vacío.

Nadie puede retener en sus ojos otros ojos porque tienen miedo de la piel cuando arde y es frontera.

Yo amo la extrañeza de los seres que son incendio y son delirio y cuyos pasos tropiezan, seducen al andar por su terca valentía.

Gema Palacios (1992, Zaragoza, España), “Estación Poesía” Nº 8, Editado por Secretariado de Publicaciones Universidad de Sevilla, 2016.

Nosotros el relieve

Nosotros el relieve

Ahora fíjate bien: no son
montañas
surcos emergencia en el paisaje
molde de una boca en la llanura
permanece tu rastro más terrible
tan obsceno
tú te inclinas y yo invoco
no matarás no matarás
luego
dobla el tronco y deja caer las hojas
a veces son tiernas como dedos
ay
pero qué sabrán de saliva los árboles

en mi pecho ranas nuevas
y un rumor de lluvia
calándome.

Gema Palacios (1992, Zaragoza, España), Compañeros del crimen, Ed. Paralelo, 2014

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