Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

futuro

Recuento

Recuento

Hoy tengo
veinticinco años.
Mi juventud se va
con mis mejores deseos.
La quiero, la veo marchar
sin una rozadura,
sin reproches espero a que esté lejos
para llorar su falta.
Nunca sabrá nada de mí.
Cambiaré de amistades, de lugares,
frecuentaré otros sitios
donde todo sea nuevo
y ella no pueda decirme te quiero nunca más
y yo nunca más pueda dejar de obedecerla.
Me esperan hombres que saben decir no,
mujeres que saben programar sus vacaciones
y soy feliz,
el futuro se descubre ante mí
lleno de hombres que saben decir no,
mujeres que saben decir no
me esperan en sus increíbles fiestas
con sus mejores deseos.

Luisa Castro (1966, Lugo, España), De mí haré una estatua ecuestre, Ed. Hiperión, 1997

700 poemas van ya en este blog. Y no están ni la mitad de los que me gustaría poner...

Fantasmas o pretextos

Fantasmas o pretextos

yo era una adolescente con talle de estilete
y la noche encendida sujeta en el cabello
en aquel tiempo solía encaramarme al lomo de tersura de los amaneceres
el envés de la brisa me ceñía
los gallos elevaban al cielo sus plegarias

yo era resuelta y nueva
el futuro era entonces
una extensión sin límite ni fondo ni custodios

no había sentido aún temor del propio miedo
ignoraba
la coacción del dolor
no sospechaba la desolación que acecha en la ternura
ni las brasas que nacen de la intrepidez
ni el fraude prematuro de la inmortalidad

aún los estambres de mi corazón
ese pobre inocente metido a profeta
mantenían intacto el carmín sobre el alma

yo no sé en qué momento la oportunidad
se va volviendo una nube de escombros
ni cuándo lo ligero empieza a ganar peso

solo puedo decir que llega un día
inesperado y áspero
en que las viejas fuentes ya no sirven
para saciar la sed

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); Matria, Ed. Visor, 2018

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