Aprendiendo a leer el pasado y el futuro en las líneas de un poema

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Lluvia

LLUVIA


Baja así, agua del cielo
Claudio Rodríguez


Sin importancia alguna
baja así, agua del cielo.
Llega exacta, vistiendo prontitud
y luminosidad
última en su ser húmedo.
Hacia la tierra, anónima esperanza
de los áridos cuerpos,
llega así este pretil de calma extrema
y transparencia líquida.
Y será aquí, en la tierra,
donde esta claridad busque cobijo
desde su cadenciosa tentativa del aire.
Y será desde el suelo,
aquí, donde la imagen es sonido
y el cansancio palabra,
desde donde hallará
la vertical tendencia a su caída
y la grandiosidad del amplio cielo.

Pedro Gascón (1997, Albacete, España); Las mudas soledades; Chamán ediciones, 2017.

Lágrimas en la lluvia

Lágrimas en la lluvia

¿Detrás de qué torcida curva del camino
se perdieron los días azules?
En este tiempo de lluvia y huracanes
el sol de la infancia

.
He despertado he vivido el día
y el agua sigue cayendo terca sobre la casa.
Uno ama la lluvia y recuerda cuando ella venía
con sus pequeñas manos a pintar el verde tras el verano
ahora en cambio se queda como huésped indeseable
se emborracha de sí misma y nos agrede a manotazos.

Ya no hay quien silencie
la estrepitosa rebelión del paisaje bucólico
el fin de los días azules
el sol relegado
a la memoria de la infancia.

Gioconda Belli (1948, Nicaragua); Estos días azules y este sol de la infancia. Poemas para Antonio Machado, Ed. Visor, 2018.

Gotas

Gotas


 ¿Se hieren y se funden?
Acaban de dejar de ser la lluvia.
Traviesas en recreo,
gatitos de un reino transparente,
corren libres por vidrios y barandas,
umbrales de su limbo,
se siguen, se persiguen,
quizá van, de soledad a bodas,
a fundirse y amarse.
Trasueñan otra muerte.


Ida Vitale (1923, Uruguay), Reducción del infinito, Ed. Tusquets, 2002

Noticias del diluvio

Noticias del diluvio

Desde hace más de un siglo
llueve sin tregua.
La carretera que va a Dios está cortada
y las autoridades
ordenaron cerrar los aeropuertos.

Mientras escribo versos para nadie,
miro por la ventana:
hay basura flotando por la acera
ꟷruedas de coches, sillas, frigoríficos…ꟷ
y brazos que se hunden
en la espiral del agua.
Enferman en sus cajas, sin abrirse,
los grandes libros que podrían salvarnos.
Sigue lloviendo
sin pausa en la ciudad,
como si todo
fuese culpable.

(¿Se ha hecho dogma la lluvia?
¿Ha roto el hombre un vínculo sagrado?
¿Por qué huelen a muerto mis palabras?)

Yo no sé si podremos
resistir un día más.

José Mateos (1963, Cádiz, España); Cantos de vida y vuelta; Ed. Pre-Textos, 2013

Lluvia

LLUVIA

No basta con ser libre.
No basta con tener derecho a serlo.
Un pueblo necesita voces que lo cohesionen,
mensajeras valientes del instante,
reflejos constelados del sueño colectivo.
Hacen falta palabras que construyan
el frágil edificio del destino común,
capaces de alumbrar en la caverna
el retrato preciso de quien queremos ser.

De vez en cuando nace
una voz transparente, insobornable,
tibia como el sabor de una promesa.
Entonces escuchamos la melodía del agua
y al fin nos damos cuenta
que está lloviendo a cántaros.

Raquel Lanseros (1973, Cádiz, España); de La acacia roja (2008), extraído de Sin ley de gravedad. Poesía reunida (2005-2022); Ed. Visor, 2022.

Eres un verdor tranquilo de una lluvia
anaranjada entre las nubes, que la calma,
eres como un pájaro -tús alas como estrellas-
tú siempre retomando amigo amor amigo mío
verdad tranquila entre mis ojos

recuerdo mío sueño de mí
ahora que por fin te reconfortan mis poemas
y mi voz se te hace dulce como un niño
ahora amor tú eres mi llanura eres una
risa en aquel bar lleno de flores
ahítas de verano
y eres mi calor profundo desde el cielo.

Y me dices que se acerca presuroso
ardiente si tú quieres y desnudo;
yo preparo una fogata por si ajena
la luna se destiñe de mirarnos
y necesitas una luz o una escalera
yo aquí estoy amor dormido
entre resquicio de bondad que permanece
atado entre tu vientre y la vereda.

 Foto de Asís G. Ayerbe

Juan Gallego Benot (1997, Sevilla, España); Oración en el huerto, Ed. Hiperión, 2020. Poema extraído del periódico Diario de Burgos (sábado, 8 de febrero de 2020). El poemario es el ganador del II Premio de Poesía Joven Tino Barriuso.

El chico que esperaba la lluvia

El chico que esperaba la lluvia

Ahí era marzo,
de no sé qué año,
pero un marzo bulímico
de poemas bajo cero
y violines sin corcheas,
con la boca mediootoño medioinvierno.

Estaba yo sentado sobre una cicatriz,
sobre el corpiño de una herida,
mirando hacia un lado
donde estábamos tú y yo,
mirando al otro –
en mi vida yo-sin-ti.

La comparación atroz
de una imagen frente a la otra,
la vida diferente, la puerta de salida.

Solo faltaba una cosa:
convencerme definitivamente
de que frente a ti
solo sería un campesino
esperando la lluvia
en el país de la sequía.

Marwán (1979, Madrid, España); Una mujer en la garganta, Ed. Planeta, 2021.

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